La bajante del río Paraná trae nuevas complicaciones a raíz del aprovechamiento que hacen cazadores furtivos de la situación para matar y comerciar fauna autóctona. En este caso, la situación de los carpinchos quedó expuesta tras varias situaciones notificadas a organizaciones ambientalistas que dan cuenta de que ejemplares de la especie son cazados en cantidad y que las crías, que quedan desprovistas, son comercializadas como mascotas.
“Estos meses se incrementó la caza furtiva en los humedales, también la ausencia del Estado en los territorios”, aseguraron desde El Paraná No Se Toca respecto de la matanza de carpinchos para su posterior comercialización, tanto su carne así como las crías para ser adoptadas como mascotas, en la ribera sur santafesina.
Una vez por mes, organizaciones, productores ganaderos, apicultores, puesteros y demás protagonistas que están estrechamente relacionados con las islas del Delta del Paraná se reúnen en Victoria como parte del Plan de Manejo de la Reserva de Usos Múltiples que se aprobó a finales del año pasado para regular el uso del territorio que le corresponde a la ciudad entrerriana.